22/05/2010 - María Piñeiro / El Progreso (Lugo)
........ Jiménez está especialmente orgulloso de conseguir en su momento que la UE aprobara una tasa antidumping para la adquisición de magnesita de fuera de Europa.
En aquel momento, la firma lucense presionó, junto a los otros tres productores europeos un precio mínimo para importar ese mineral y, de esta forma, controlar la entrada de magnesita de China, el principal productor mundial y con capacidad para venderla realmente barata. Mientras que reconoce que hoy en día —cuando China controla estrictamente qué cantidad de materias primas vende al exterior y ya las grava con sus propias tasas— una tasa así no tiene excesiva relevancia, en aquel momento dio un respiro importante a un sector que se ahogaba sin remisión...........
APUNTE ♦ En jaque por las tasas de emisiones
En cuestión de un mes, Gobierno y UE habrán de decidir sobre una cuestión que tiene en jaque al sector y que preocupa sobremanera a Eduardo Jiménez, hasta el punto de hacerle temer por el futuro de esta clase de empresas: las tasas por emisiones. Los productores esperan con ansiedad conocer cuál será el sistema de cálculo de las asignaciones de derechos de emisión para el lustro 2013-2018 y que, presumiblemente, tendrá en cuenta el sistema de combustión que utilice cada empresa para producir la magnesita cáustica.
El gas parece ser el sistema que causa menos emisión, que es justamente al que no tiene acceso Magnesitas de Rubián, al igual que le ocurre a otras dos firmas griegas. Jiménez augura un abono de tasas que acabe por resultar demasiado oneroso.
Hasta el 15% de las ventas
Las tasas por emisiones podrían llegar a suponer, según calcula Jiménez, entre el 10 y el 15% de las ventas, lo que supone una reducción de la rentabilidad muy sustanciosa. El sector apenas se ha visto afectado por la crisis y mantiene hasta el momento unas cifras similares ejercicio tras ejercicio. Sí se percibió una importante reducción de la producción en el año 2009, fundamentalmente por las bajas ventas de fertilizantes, que es uno de los destinos de la magnesita caústica. Pese a todo, la rentabilidad fue similar porque su precio se elevó.
70.000
toneladas es la actual producción de Magnesitas de Rubián, que cuando fue adquirida por la sociedad de la que forma parte Jiménez apenas llegaba a las 35.000. En la planta de Rubián trabajan, entre mina y fábrica, 45 personas . La facturación del último ejercicio fue de 15 millones de euros.
En aquel momento, la firma lucense presionó, junto a los otros tres productores europeos un precio mínimo para importar ese mineral y, de esta forma, controlar la entrada de magnesita de China, el principal productor mundial y con capacidad para venderla realmente barata. Mientras que reconoce que hoy en día —cuando China controla estrictamente qué cantidad de materias primas vende al exterior y ya las grava con sus propias tasas— una tasa así no tiene excesiva relevancia, en aquel momento dio un respiro importante a un sector que se ahogaba sin remisión...........
APUNTE ♦ En jaque por las tasas de emisiones
En cuestión de un mes, Gobierno y UE habrán de decidir sobre una cuestión que tiene en jaque al sector y que preocupa sobremanera a Eduardo Jiménez, hasta el punto de hacerle temer por el futuro de esta clase de empresas: las tasas por emisiones. Los productores esperan con ansiedad conocer cuál será el sistema de cálculo de las asignaciones de derechos de emisión para el lustro 2013-2018 y que, presumiblemente, tendrá en cuenta el sistema de combustión que utilice cada empresa para producir la magnesita cáustica.
El gas parece ser el sistema que causa menos emisión, que es justamente al que no tiene acceso Magnesitas de Rubián, al igual que le ocurre a otras dos firmas griegas. Jiménez augura un abono de tasas que acabe por resultar demasiado oneroso.
Hasta el 15% de las ventas
Las tasas por emisiones podrían llegar a suponer, según calcula Jiménez, entre el 10 y el 15% de las ventas, lo que supone una reducción de la rentabilidad muy sustanciosa. El sector apenas se ha visto afectado por la crisis y mantiene hasta el momento unas cifras similares ejercicio tras ejercicio. Sí se percibió una importante reducción de la producción en el año 2009, fundamentalmente por las bajas ventas de fertilizantes, que es uno de los destinos de la magnesita caústica. Pese a todo, la rentabilidad fue similar porque su precio se elevó.
70.000
toneladas es la actual producción de Magnesitas de Rubián, que cuando fue adquirida por la sociedad de la que forma parte Jiménez apenas llegaba a las 35.000. En la planta de Rubián trabajan, entre mina y fábrica, 45 personas . La facturación del último ejercicio fue de 15 millones de euros.
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